Construcción del Templo Interior
En el viaje hacia la construcción del Templo Interior y la consecución de la Identidad de Unidad, la Cosmología de la Little Butterfly se erige como una profunda interfaz que potencia la capacidad vibratoria innata de cada individuo para concebir y actualizar la realidad. Dentro de este paradigma, percibimos el universo como una manifestación de la mente misma, donde la imaginación sirve como catalizador para la manifestación.
Ayulh - Danzante Cósmico
Incrustado en el intrincado tapiz de la Cosmología se encuentra Ayulh, el Arquitecto Maestro y conservador de los sueños. Ayulh dirige la Danza Cósmica, una sinfonía divina que se desarrolla en el núcleo de la Matriz Individual. Esta coreografía cósmica impregna todas las facetas de la existencia, desde lo mundano hasta lo sublime.
La Matriz Divina
En el centro de esta interfaz se encuentra la Matriz Divina, un reino donde el pensamiento original actúa como portal para acceder a su potencial ilimitado. A través del Lenguaje Nashêh-kôhma, el Lenguaje de las Descripciones Simbólicas, codificamos la Matriz Divina con nuestras intenciones y aspiraciones, dando forma al tejido mismo de la realidad.
La Matriz Individual
A medida que la Danza Cósmica se despliega dentro de la Matriz Individual, sus reverberaciones ondulan hacia fuera, abarcando los extensos alcances de la Matriz Divina. Este sistema dinámico, de proporciones ilimitadas y naturaleza fluida, entrelaza los hilos de la existencia, ofreciendo infinitas vías para la creación y la metamorfosis.
Dentro de la Matriz Divina, la danza asume una forma estructurada, guiada por cuatro Principios fundamentales: Ritmo, Inspiración, Composición y Sinfonía. Estos principios orquestan el ritmo de la creación, dando forma al curso de la evolución individual y colectiva.
En este viaje de autoexploración y metamorfosis, se nos invita a participar en la Danza Cósmica, a aprovechar el poder de la imaginación y a codificar la Matriz Divina con nuestras intenciones. A través de esta sinergia sagrada de mente y espíritu, forjamos el camino hacia la realización del Templo Interior.
Aquí, en medio de la armoniosa convergencia de la esencia humana y celestial, emerge una nueva época de unidad y plenitud. Y dentro de esta gran narrativa, el Portal Kodoshi sirve de conducto, amplificando la resonancia de nuestras intenciones y facilitando la manifestación de nuestras aspiraciones más profundas.