"Libérate de tu yo, transmuta y
baila al ritmo de la sinfonía de tu vida."
En nuestra expedición a la Atlántida, donde contribuimos a la construcción de templos sagrados, impartimos conocimientos a las estimadas sumas sacerdotisas y sacerdotes sobre la utilización de estas maravillas arquitectónicas. Lamentablemente, la ambigüedad inherente al lenguaje humano precipitó un malentendido: los templos no estaban destinados únicamente a ceremonias de unción, sino que servían como conductos para la creación de un espacio sagrado. Sin embargo, esta interpretación errónea fomentó una percepción dualista entre los atlantes.
En la actualidad, estamos preparados para guiar a las pseudo-sacerdotisas y los pseudo-sacerdotes contemporáneos en la meticulosa construcción del templo interior, un santuario en el que la unción se origine desde el interior. Nuestro objetivo primordial es deconstruir el paradigma espiritual imperante, que fragmenta intrincadamente la psique humana en componentes dispares, engendrando así una dualidad interna y alejando a los individuos de la devoción por sí mismos. Este cambio transformador pretende amalgamar los aspectos fragmentados del ser en un todo unificado, restableciendo así la armonía innata de la experiencia humana.
En su núcleo, el nuevo paradigma se esfuerza por construir el Templo Interior, un bastión que armoniza la dicotomía de la acción humana en la unidad de la alineación celestial.
Extendemos una invitación a “Liberarte de tu Yo, transmutar y participar en la sinfonía de tu Vida”. Este ethos sustenta los principios fundacionales del nuevo paradigma:
- Liberación del Yo:
Sintetiza todas las facetas de tu identidad, incluido el ámbito metafísico. Reclama tu autonomía y renuncia a los grilletes de la mera existencia. - Transmutación:
Facilita la integración de la unidad y erige el Templo Interior restableciendo la conexión con tu esencia intrínseca. La transición del reino del hacer humano al reino del ser humano, culminando en… - La Sinfonía de la Existencia:
Comienza la encarnación de tu esencia celestial y abraza tu designación como estrella humana.